Buenos Aires. La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, arribó a la Casa Rosada, sede del Ejecutivo, en compañía de sus dos hijos, para participar en los actos de homenaje a quien fuera su esposo, Néstor Kirchner.
Fernández llegó pasadas las 11.00 horas, junto a sus hijos Máximo y Florencia, según informa el diario La Nación.
"La presidenta Cristina Kirchner apoyó su mano derecha sobre el féretro con los restos del ex presidente Néstor Kirchner y permaneció inmóvil durante algunos minutos, con un silencio absoluto en el Salón de los Patriotas", dice el medio.
"Hasta que alguien del público lo cortó con gritos de aliento al Gobierno. Allí, la mandataria se recostó sobre el hombro de su hija Florencia, ambas con anteojos oscuros, y el gesto de dolor se hizo más pronunciado", agrega.
Hasta la llegada de Cristina Fernández y sus dos hijos fue la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, la que estuvo a la cabeza de la ceremonia, rodeada por el resto del Gabinete y gobernadores.
Desde el comienzo se vieron gestos muy conmovidos y llanto, tanto de los cientos de personas que empezaron a pasar por el lugar como de algunas de las figuras políticas del oficialismo que estaban formadas junto al féretro con los restos del ex mandatario, que es velado a cajón cerrado.
Alicia Kirchner se llevó varias veces las manos al rostro en un gesto de incredulidad y dolor.
El ministro del Interior, Florencio Randazzo, fue otro de los que no ocultó expresiones de pena. Y uno de los pocos que habló fue Daniel Scioli: "Venimos a darle el último adios a un gran argentino, un gran presidente, un gran peronista", dijo al ingresar a la Casa Rosada.
La presidenta argentina fue conducida en helicóptero desde la Residencia de Olivos. Bajó a metros de la Casa de Gobierno en un movimiento apresurado de su custodia.
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