A medida que los hijos crecen, los padres van capturando en fotografías o en videos caseros aquellos momentos significativos: la primera vez que habló, sonrió, se sentó y –¿por qué no?– la primera vez que decidió desplazarse por sí mismo.Ese primer intento de independencia es generalmente el gateo, que constituye una etapa rica de aprendizaje. “El niño, al gatear, no solo se mueve, sino que también observa, escucha y sonríe, por eso lo llamamos la gran plataforma de desarrollo psico-óseo-muscular, porque el niño ejercita todos sus músculos e impulsa el desarrollo de sus neurotransmisores, que les permite orientarse mejor”, explica el doctor Edgardo Zaldívar, pediatra y ex presidente de la Sociedad Nacional de Cirugía Pediátrica.
Además, favorece la coordinación de los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro y, en consecuencia, de ojos, oídos, manos y pies, pues gatear implica avanzar con el brazo derecho y la pierna izquierda y viceversa.
“QUE MI BEBE GATEE”
Existen diferentes estrategias que los padres pueden aplicar para incentivar este proceso. “Se debe empezar por evitar tenerlo en el coche, en brazos o sentado todo el tiempo y, más bien, colocarlo en el suelo por momentos. Una vez allí, ponerle en frente el juguete que más le gusta para que trate de alcanzarlo. También puede colocar en el piso varias almohadas o cojines y dejar que intente subir”, sugiere el doctor Max Zaidman, pediatra de la clínica Ricardo Palma.
“MI BEBE NUNCA GATEÓ”
Debido a los estímulos que les ofrecen los padres o sus cuidadores, algunos niños caminan sin haber gateado previamente. “No se necesita forzarlos a que gateen si ya caminan. No se puede regresar a una posición cuadrúpeda porque implicaría un retroceso. Aunque hubo un estudio realizado en Finlandia que comparó a niños que gateaban con otros que solo caminaban y se descubrió que el primer grupo tenía una mejor motricidad gruesa y fina”, sostiene Zaldívar.
Aun así, no todos los especialistas están de acuerdo con que esto se aplique en todos los casos. “Algunos estudios neurológicos afirman que el gatear les da mayor libertad y seguridad, pero no se puede generalizar. Si empieza a caminar sin gatear previamente, también aprenderá a orientarse de igual forma”, afirma Zaidman.
En un aspecto en el que todos concuerdan es que esta etapa permite reforzar la musculatura en brazos y piernas. Por ello, sería un período muy útil. Además, ofrece a los niños una posibilidad de explorar el mundo antes de los 12 meses, edad en la que generalmente se dan los primeros pasos.
Por Suzetti Hananel







0 comentarios :
Publicar un comentario